Sirácides (Eclesiástico), 10
30. A un pobre se lo estima por su sabiduría, y a un rico por sus riquezas.
30. A un pobre se lo estima por su sabiduría, y a un rico por sus riquezas.
“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina