9. Éstas fueron las ciudades asignadas a todos los israelitas y al extranjero residente, para que se refugiara en ellas el homicida involuntario y no cayera en manos del vengador de sangre antes de haber comparecido ante la asamblea.





“Peçamos a São José o dom da perseverança até o final”. São Padre Pio de Pietrelcina