19. Sí, después de mi desvío me has arrepentido, he comprendido y me he golpeado el pecho. Estoy humillado, lleno de vergüenza; mi juventud ha sido un escándalo, y ahora soporto las consecuencias".





“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina