6. Las salas laterales estaban superpuestas, en tres pisos, una sobre otra. Treinta en cada piso. Para estribar las salas, en todo el círculo, había, en el muro del templo, salientes, de suerte que las salas no se incrustaban en el muro del templo.





“Não se desencoraje, pois, se na alma existe o contínuo esforço de melhorar, no final o Senhor a premia fazendo nela florir, de repente, todas as virtudes como num jardim florido.” São Padre Pio de Pietrelcina