88. Ananías, Azarías, Misael, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente, porque nos ha salvado de la fosa, nos ha arrancado de la mano de la muerte, nos ha librado del horno de llama ardiente, de en medio del fuego nos libró.





“As almas! As almas! Se alguém soubesse o preço que custam”. São Padre Pio de Pietrelcina