88. Ananías, Azarías, Misael, bendecid al Señor, alabadlo y ensalzadlo eternamente, porque nos ha salvado de la fosa, nos ha arrancado de la mano de la muerte, nos ha librado del horno de llama ardiente, de en medio del fuego nos libró.





“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina