Encontrados 67 resultados para: prueba

  • Os voy a someter a esta prueba. ¡Vive el Faraón, que no saldréis de aquí hasta que venga vuestro hermano menor! (Génesis 42, 15)

  • Moisés clamó al Señor. Él le señaló un madero; Moisés lo echó en las aguas, y las aguas se volvieron dulces. Allí el Señor dio al pueblo leyes y estatutos y lo sometió a prueba. (Exodo 15, 25)

  • Y dio a aquel lugar el nombre de "Masá" y "Meribá" -prueba y querella- por la querella de los israelitas y porque pusieron a prueba al Señor diciendo: "¿Está el Señor en medio de nosotros o no?". (Exodo 17, 7)

  • que todos los que han visto mi gloria y los prodigios que he hecho en Egipto y en el desierto, los que me han puesto a prueba por diez veces y no me han obedecido, (Números 14, 22)

  • Éstas son las aguas de Meribá, donde los israelitas se quejaron contra el Señor, que les dio una prueba de su santidad. (Números 20, 13)

  • examinarás el caso, preguntarás e investigarás bien el asunto. Si se confirma el rumor y se prueba que tal perversidad se ha cometido en medio de ti, (Deuteronomio 13, 15)

  • Gedeón dijo a Dios: "No se encienda tu ira contra mí si te hablo todavía una vez. Permíteme que haga una última vez la prueba del vellón: que quede seco solamente el vellón y en todo el suelo haya rocío". (Jueces 6, 39)

  • La reina de Sabá tuvo conocimiento de la fama de Salomón y fue a ponerle a prueba con enigmas. (I Reyes 10, 1)

  • La reina de Sabá tuvo conocimiento de la fama de Salomón, y fue a Jerusalén para ponerlo a prueba con enigmas. Iba revestida de poderío y seguida de una gran caravana de camellos cargados de aromas, oro en abundancia y piedras preciosas. Se presentó a Salomón y le planteó todo lo que pensaba. (II Crónicas 9, 1)

  • Queréis poner a prueba al Dios omnipotente, cuando no sabéis nada. (Judit 8, 13)

  • te olvidarás entonces de la prueba, como agua pasada la recordarás. (Job 11, 16)

  • Él, sin embargo, conoce mis caminos. Póngame a prueba; saldré como oro puro. (Job 23, 10)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina