Eclesiástico, 14
2. Feliz aquel a quien su conciencia no reprocha, y que no queda corrido en su esperanza.
2. Feliz aquel a quien su conciencia no reprocha, y que no queda corrido en su esperanza.
“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina