Salmos, 27
2. Cuando me asaltan los criminales para destrozarme, son ellos, mis opresores y enemigos, los que tropiezan y sucumben.
2. Cuando me asaltan los criminales para destrozarme, son ellos, mis opresores y enemigos, los que tropiezan y sucumben.
“É necessário manter o coração aberto para o Céu e aguardar, de lá, o celeste orvalho.” São Padre Pio de Pietrelcina