Salmos, 40
12. ¡Tú, Señor, no me niegues tu ternura, que tu amor y tu verdad me guarden siempre!
12. ¡Tú, Señor, no me niegues tu ternura, que tu amor y tu verdad me guarden siempre!
“O medo excessivo nos faz agir sem amor, mas a confiança excessiva não nos deixa considerar o perigo que vamos enfrentar”. São Padre Pio de Pietrelcina