Talált 484 Eredmények: habían

  • Allí se embarcaron para Antioquía, de donde habían partido y donde los habían encomendado a la gracia de Dios para la obra que acababan de cumplir. (Hechos 14, 26)

  • Algunos de la secta de los fariseos que habían abrazado la fe se levantaron y dijeron que los paganos debían circuncidarse y guardar la ley de Moisés. (Hechos 15, 5)

  • Al cabo de cierto tiempo, los despidieron con saludos de paz para los hermanos que los habían delegado. (Hechos 15, 33)

  • El sábado salimos fuera de la ciudad y fuimos por la orilla del río, donde pensábamos que estaba el lugar de oración. Nos sentamos y nos pusimos a hablar con las mujeres que se habían reunido. (Hechos 16, 13)

  • Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; y muchos de los corintios que habían oído a Pablo creyeron y se bautizaron. (Hechos 18, 8)

  • Y bastantes de los que habían practicado artes mágicas llevaron sus libros y los quemaron en presencia de todos; su valor fue calculado en cincuenta mil monedas de plata. (Hechos 19, 19)

  • Cada uno gritaba una cosa, de modo que la asamblea estaba alborotada y la mayor parte no sabía por qué se habían reunido. (Hechos 19, 32)

  • donde pasó tres meses. Cuando iba a embarcarse para Siria, se enteró de que los judíos habían preparado un atentado contra él, por lo que determinó volver por Macedonia. (Hechos 20, 3)

  • Y es que habían visto antes a Trófimo de Éfeso con él en la ciudad, y pensaron que Pablo lo había metido en el templo. (Hechos 21, 29)

  • Cuando se presentó, lo rodearon los judíos que habían llegado de Jerusalén, aduciendo muchas y graves acusaciones, que no podían probar, (Hechos 25, 7)

  • sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre aquellos que no habían cometido un delito como el de Adán, que es figura del que había de venir. (Romanos 5, 14)

  • Cuando todavía no habían nacido sus dos hijos y, por tanto, no habían hecho nada bueno ni malo (para que el designio de Dios permaneciese conforme a su elección, (Romanos 9, 11)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina