Talált 484 Eredmények: habían

  • Tan pronto como cesó la voz, Jesús se quedó solo. Los discípulos guardaron silencio, y a nadie contaron por entonces lo que habían visto. (Lucas 9, 36)

  • Al acercarse a la bajada del monte de los Olivos, todos los que iban con él, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios a grandes voces por todos los milagros que habían visto, (Lucas 19, 37)

  • Y dijo a los sumos sacerdotes, a los oficiales del templo y a los ancianos que habían venido a prenderlo: "Habéis venido a prenderme como a un ladrón, con espadas y palos. (Lucas 22, 52)

  • Todos los conocidos de Jesús estaban a distancia, igual que las mujeres que lo habían seguido desde Galilea, presenciando todo esto. (Lucas 23, 49)

  • Las mujeres que habían acompañado a Jesús desde Galilea lo siguieron de cerca y vieron el sepulcro y cómo fue colocado su cuerpo. (Lucas 23, 55)

  • Tan pronto como el maestresala probó el agua convertida en vino (sin saber de dónde era, aunque sí lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua), llamó al novio y le dijo: (Juan 2, 9)

  • (Sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer). (Juan 4, 8)

  • Habían remado como unos cinco kilómetros cuando vieron a Jesús, que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y se asustaron. (Juan 6, 19)

  • Al día siguiente la gente, que se había quedado a la otra parte del lago, notó que allí había sólo una barca y que Jesús no había subido a ella con sus discípulos, pues éstos se habían ido solos. (Juan 6, 22)

  • Entretanto, llegaron otras barcas de Tiberíades y atracaron cerca de donde habían comido el pan después que el Señor dio gracias. (Juan 6, 23)

  • Jesús dijo a los judíos que habían creído en él: "Si os mantenéis firmes en mi doctrina, sois de veras discípulos míos, (Juan 8, 31)

  • Sus padres hablaron así por miedo a los judíos, que habían decidido expulsar de la sinagoga al que reconociera que Jesús era el mesías. (Juan 9, 22)


“Resigna-te a ser neste momento uma pequena abelha. E enquanto esperas ser uma grande abelha, ágil, hábil, capaz de fabricar bom mel, humilha-te com muito amor perante Deus e os homens, pois Deus fala aos que se mantêm diante dele humildemente”. São Padre Pio de Pietrelcina