Talált 113 Eredmények: Morada

  • Cualquiera que se acerque a la morada del Señor, morirá. ¿Vamos a morir todos?". (Números 17, 28)

  • El que ha tocado el cadáver de una persona y no se purifica, contaminará la morada del Señor. Este hombre será extirpado de Israel, pues las aguas de purificación no han corrido sobre él; es impuro, su impureza reside en él. (Números 19, 13)

  • De la mitad correspondiente a los israelitas tomarás el uno por cincuenta en hombres, bueyes, asnos, ovejas y animales de toda clase, y se lo darás a los levitas que cuidan de la morada del Señor". (Números 31, 30)

  • De esta mitad correspondiente a los israelitas, Moisés tomó el uno por cincuenta en hombres y animales, y se lo entregó a los levitas que se cuidaban del servicio en la morada del Señor, tal como el Señor había ordenado a Moisés. (Números 31, 47)

  • Mira desde tu santa morada, desde los cielos, y bendice a tu pueblo y a la tierra que nos has dado, como habías jurado a nuestros padres, tierra que mana leche y miel. (Deuteronomio 26, 15)

  • Si vuestra heredad os parece impura, pasad a la tierra del Señor, donde él ha establecido su morada, y habitad en medio de nosotros; pero no os rebeléis contra el Señor levantando un altar rival del altar del Señor, nuestro Dios. (Josué 22, 19)

  • Lejos de nosotros el pensamiento de rebelarnos contra el Señor y de querer abandonarle hoy levantando un altar para ofrecer holocaustos, sacrificios y ofrendas, fuera del altar del Señor, nuestro Dios, levantado en su morada". (Josué 22, 29)

  • Escucha la plegaria que tu siervo y tu pueblo Israel te hagan en este lugar; escúchala desde tu morada en los cielos; escúchalos y perdona. (I Reyes 8, 30)

  • escúchala tú desde el cielo, lugar de tu morada, y perdona; da a cada uno según su conducta, pues sólo tú conoces el corazón de todos los hombres; (I Reyes 8, 39)

  • escúchale tú en el cielo, lugar de tu morada, y haz todo lo que ese extranjero te haya pedido, para que todos los pueblos de la tierra conozcan tu nombre, te teman, como tu pueblo Israel, y reconozcan que tu nombre es invocado en este templo que he construido. (I Reyes 8, 43)

  • escucha tú en el cielo, lugar de tu morada, su oración y súplica; hazles justicia, (I Reyes 8, 49)

  • Roboán, hijo de Salomón, reinó en Judá. Tenía cuarenta y un años cuando subió al trono, y reinó diecisiete años en Jerusalén, la ciudad elegida por el Señor entre todas las tribus de Israel para morada de su nombre. Su madre se llamaba Naamá, la amonita. (I Reyes 14, 21)


“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina