Talált 135 Eredmények: hubo
Después hubo un terremoto, pero Yavé no estaba en el terremoto. Después brilló un rayo, pero Yavé no estaba en el rayo. Y después del rayo se sintió el murmullo de una suave brisa. (1 Reyes 19, 12)
No hubo como Ajab, que se prestara a hacer el mal a los ojos de Yavé, instigado por su esposa Jezabel. (1 Reyes 21, 25)
Cuando Ajab se hubo acostado con sus padres, su hijo Ocozías le sucedió. (1 Reyes 22, 40)
Hubo paz entre Josafat y el rey de Israel. (1 Reyes 22, 45)
Hubo gran hambre en el pueblo, y tanta fue la miseria que una cabeza de burro se vendía en ochenta monedas de plata, y medio litro de garbanzos por cinco monedas. (2 Reyes 6, 25)
Hubo gente que conspiró contra él en Jerusalén; Amasías fue a refugiarse a Laquis, pero ellos lo persiguieron y lo mataron en esa ciudad. (2 Reyes 14, 19)
Se alegró Ezequías por su venida y enseñó a los enviados su cámara del tesoro, la plata, el oro, los aromas, el aceite oloroso, sus armas y todo cuanto había en el tesoro. No hubo cosa en su palacio, ni de todo lo que poseía, que Ezequías no mostrara. (2 Reyes 20, 13)
No hubo antes ningún rey que, como él, se volviera a Yavé con todo su corazón, con toda su alma y con todas sus fuerzas, observando toda la Ley de Moisés; ni después de él se manifestó otro que se le pareciera. (2 Reyes 23, 25)
Murió Hadad y hubo gobernadores, llamados jeques, en Edom: el jeque Timmá, el jeque Alyá, el jeque Yetet, (1 Crónicas 1, 51)
Hubo también gaditas que se pasaron a David cuando éste estaba en su refugio en el desierto, guerreros valientes, hombres de guerra, diestros con el escudo y la lanza, sus rostros como el león y ligeros como la gacela salvaje. (1 Crónicas 12, 9)
Cuando David hubo acabado de ofrecer las víctimas consumidas por el fuego y los sacrificios de comunión, bendijo al pueblo en nombre de Yavé, (1 Crónicas 16, 2)
Hubo otra guerra contra los filisteos y Eljanán, hijo de Jair, mató a Lajmi, hermano de Goliat, el de Gat; el asta de su lanza era como un enjullo de telar. (1 Crónicas 20, 5)