Talált 135 Eredmények: hubo

  • Pero no hubo granizada en la tierra de Gosén donde habitaban los israelitas, . (Exodo 9, 26)

  • Y se escuchará un clamor tan grande en todo Egipto como nunca lo hubo ni lo habrá jamás. (Exodo 11, 6)

  • Al día siguiente, Moisés se sentó para hacer de juez y hubo gente en torno a él desde la mañana hasta la tarde. (Exodo 18, 13)

  • Al tercer día, al amanecer, hubo sobre el monte truenos, relámpagos y una espesa nube; se oía un sonido muy fuerte de cuerno. En el campamento todo el pueblo se puso a temblar. (Exodo 19, 16)

  • Yavé dijo: Ahora mismo quiero firmar una alianza: voy a realizar, delante de todo este pueblo, prodigios como no los hubo jamás en ningún país y para ningún pueblo. Y todo este pueblo que te rodea verá las obras de Yavé, pues serán cosas asombrosas las que haré contigo. (Exodo 34, 10)

  • además de otros dos que hubo que fijar a la espalda del Tabernáculo en las esquinas, (Exodo 36, 28)

  • y estuvieron trabados de arriba abajo y asegurados todos con un mismo encaje. El mismo trabajo se hizo para los dos tablones que se hubo de colocar en las esquinas.30 Así fueron en total ocho tablones los que había en el fondo con dieciséis basas de plata, dando a cada tablón dos basas. (Exodo 36, 29)

  • Un día, en el campamento, hubo un altercado entre un hombre de madre israelita y de padre egipcio, y un israelita. (Levítico 24, 10)

  • Pasamos, pues, el torrente de Zared. El tiempo que estuvimos caminando desde Cadés Barné hasta el paso del torrente fue de treinta y ocho años, hasta que hubo desaparecido del pueblo toda la generación de los hombres aptos para la guerra, como les había dicho Yavé. (Deuteronomio 2, 14)

  • Desde Aroer, ciudad situada sobre la pendiente del torrente Arnón, y la ciudad que está abajo, hasta Galaad, no hubo aldea ni ciudad que no tomáramos: Yavé, nuestro Dios, nos las entregó todas. (Deuteronomio 2, 36)

  • Nos adueñamos de todas sus ciudades, no hubo población que se nos escapara; nos apoderamos de sesenta ciudades: toda la comarca de Argob, del reino de Og, en Basán. (Deuteronomio 3, 4)

  • Pregunta a los tiempos pasados. Investiga desde el día en que Dios creó al hombre sobre la tierra. Pregunta desde un extremo a otro del mundo: ¿Hubo jamás una cosa tan extraordinaria como ésta? ¿Se ha oído cosa semejante? (Deuteronomio 4, 32)


Por que a tentação passada deixa na alma uma certa perturbação? perguntou um penitente a Padre Pio. Ele respondeu: “Você já presenciou um tremor de terra? Quando tudo estremece a sua volta, você também é sacudido; no entanto, não necessariamente fica enterrado nos destroços!” São Padre Pio de Pietrelcina