23. ¡Y yo que decía en mi inquietud: «Estoy dejado de tus ojos!» Mas tú oías la voz de mis plegarias, cuando clamaba a ti.





“Não se aflija a ponto de perder a paz interior. Reze com perseverança, com confiança, com calma e serenidade.” São Padre Pio de Pietrelcina