Salmos, 38
10. Señor, tú conoces todos mis deseos, mis gemidos no son ningún secreto para ti;
10. Señor, tú conoces todos mis deseos, mis gemidos no son ningún secreto para ti;
“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina