1. Al maestro de coro. Según "No destruyas". Poema de David

2. ¿De veras, jueces, administráis justicia, juzgáis según derecho a los hombres?

3. ¡No! Conscientemente cometéis injusticias, abrís camino a la violencia en el país.

4. Los criminales lo son desde el vientre de su madre, los embaucadores antes de nacer ya son así;

5. están envenenados con veneno de víbora, sordos como el áspid que se tapa el oído

6. para no oír la voz de los encantadores, del mago experto en el encanto.

7. Oh Dios, rompe los dientes de su boca, a estos leones rómpeles las muelas;

8. que se disuelvan como agua derramada, que se sequen como hierba que se pisa;

9. pasen como la babosa que se deshace en baba, como el abortado que nunca vio la luz.

10. Antes que vuestras ollas sientan la llama de la zarza, sea verde o quemada, las barra el huracán.

11. El justo se alegrará viendo la venganza, lavará sus pies en la sangre de los criminales.

12. La gente dirá: "Sí, hay premio para el justo. Sí, hay un Dios que hace justicia en la tierra".





“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina