Salmos, 106
26. Él entonces, mano en alto, les juró que los haría caer en el desierto,
26. Él entonces, mano en alto, les juró que los haría caer en el desierto,
“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina