1. ¡Aleluya! Alabad al Señor, todos los pueblos, aclamadlo, todas las naciones,

2. pues su amor por nosotros es muy grande y su lealtad dura por siempre.





“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina