Salmos, 74
23. No olvides el griterío de tus adversarios, el clamor de tus agresores que crece sin cesar!
23. No olvides el griterío de tus adversarios, el clamor de tus agresores que crece sin cesar!
“Queira o dulcíssimo Jesus conservar-nos na Sua graça e dar-nos a felicidade de sermos admitidos, quando Ele quiser, no eterno convívio…” São Padre Pio de Pietrelcina