Fundar 41 Resultados para: venía

  • "Esto dice el Señor, Dios de Israel: Así habréis de decir al rey de Judá, que os ha enviado a consultarme: El ejército del Faraón, que venía en vuestra ayuda, se va a volver a su país de Egipto, (Jeremías 37, 7)

  • Yo veía un viento huracanado que venía del norte, una gran nube con resplandores en torno, un fuego que despedía relámpagos y en su centro como el fulgor del electro, en el centro del fuego. (Ezequiel 1, 4)

  • Yo seguía contemplando en mis visiones nocturnas: En las nubes del cielo venía uno como un hijo de hombre; se dirigió hacia el anciano y se presentó ante él. (Daniel 7, 13)

  • Luego vi que un macho cabrío venía de occidente, recorriendo toda la superficie de la tierra sin tocar el suelo; el macho cabrío tenía un cuerno bien visible entre los ojos. (Daniel 8, 5)

  • Pasaba por allí un tal Simón de Cirene, que venía del campo, padre de Alejandro y de Rufo, y le obligaron a llevar la cruz de Jesús. (Marcos 15, 21)

  • Cuando lo conducían, echaron mano de un tal Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron la cruz para que la llevara detrás de Jesús. (Lucas 23, 26)

  • Al día siguiente, Juan vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: "Éste es el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. (Juan 1, 29)

  • Al oír que Jesús venía de Judea a Galilea, salió a su encuentro y le suplicó que fuera a curar a su hijo, que estaba moribundo. (Juan 4, 47)

  • Al día siguiente, la gente que había ido a la fiesta, al oír que Jesús venía a Jerusalén, (Juan 12, 12)

  • Hacía tiempo que venía practicando la magia en la ciudad un tal Simón, que tenía asombrada a la gente de Samaría, diciendo que él era algo grande. (Hechos 8, 9)

  • Porque todo el pueblo venía detrás, gritando: "¡Mátalo!". (Hechos 21, 36)

  • Pero, después de tres días y medio, un soplo de vida que venía de Dios entró en ellos; ellos se pusieron de pie, y los que estaban mirándolos se quedaron aterrorizados. (Apocalipsis 11, 11)


“Ele e ouvir a Sua voz por meio das Suas inspirações e iluminações interiores.” São Padre Pio de Pietrelcina