Fundar 445 Resultados para: altar de Baal

  • Murió Baal Janán, hijo de Acbor, y le sucedió Hadar; su capital se llamaba Pau, y su mujer Mehetabel, hija de Matred, hijo de Mezahab. (Génesis 36, 39)

  • "Di a los israelitas que cambien de rumbo y vayan a acampar en Pi Hajirot, entre Migdal y el mar, frente a Baal Sefón. Acamparéis frente a Baal Sefón, a lo largo del mar. (Exodo 14, 2)

  • Los egipcios, los caballos y los carros del Faraón, sus caballeros y su ejército los siguieron y les dieron alcance en el lugar donde estaban acampados a lo largo del mar, junto a Pi Hajirot, frente a Baal Sefón. (Exodo 14, 9)

  • Moisés levantó un altar y le dio el nombre de "El Señor, mi estandarte", (Exodo 17, 15)

  • Me levantarás un altar de tierra y en él me ofrecerás tus holocaustos, tus sacrificios de reconciliación, tus ovejas y tus bueyes. En cualquier lugar en que yo quiera hacer mi nombre memorable vendré a ti y te bendeciré. (Exodo 20, 24)

  • Si me levantas altar de piedras, no sea con piedras labradas, porque al trabajarlas con tus herramientas las habrás profanado. (Exodo 20, 25)

  • Ni subirás por gradas a mi altar, para que no se descubra allí tu desnudez. (Exodo 20, 26)

  • Si un hombre se irrita contra su prójimo y lo mata con premeditación, será arrancado incluso de mi altar para hacerlo morir. (Exodo 21, 14)

  • Moisés escribió todas las palabras del Señor, se levantó de madrugada y edificó un altar al pie de la montaña y doce estelas por las doce tribus de Israel. (Exodo 24, 4)

  • Después tomó la mitad de la sangre y la puso en vasijas, y la otra mitad la derramó sobre el altar. (Exodo 24, 6)

  • "Harás un altar de madera de acacia, cuadrado, de dos metros y medio de largo, por dos y medio de ancho y uno y medio de alto. (Exodo 27, 1)

  • Harás también para el altar un enrejado de bronce en forma de red, y en sus cuatro ángulos pondrás cuatro anillos de bronce. (Exodo 27, 4)


“Subamos sem nos cansarmos, sob a celeste vista do Salvador. Distanciemo-nos das afeições terrenas. Despojemo-nos do homem velho e vistamo-nos do homem novo. Aspiremos à felicidade que nos está reservada.” São Padre Pio de Pietrelcina