Fundar 53 Resultados para: Josías

  • Los arqueros dispararon contra el rey Josías, que dijo a sus oficiales: "Retiradme, porque estoy gravemente herido". (II Crónicas 35, 23)

  • Los oficiales lo sacaron de su carro, lo subieron a otro de los suyos y lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Fue sepultado en las sepulturas de sus padres. Todo Judá y Jerusalén guardó luto por Josías. (II Crónicas 35, 24)

  • Jeremías compuso una lamentación sobre Josías, que todos los cantores y cantoras recitan todavía hoy entre sus elegías sobre el rey Josías; ha venido a ser una regla en Israel, y están escritas en las Lamentaciones. (II Crónicas 35, 25)

  • El resto de la historia de Josías, las obras de piedad que hizo, conforme a la ley del Señor, (II Crónicas 35, 26)

  • La gente del pueblo tomó a Joacaz, hijo de Josías, y lo proclamó rey en Jerusalén en lugar de su padre. (II Crónicas 36, 1)

  • El recuerdo de Josías es como una mezcla de perfumes preparada por un perfumista. En toda boca es dulce como la miel, y como música en medio de un banquete. (Eclesiástico 49, 1)

  • Fuera de David, Ezequías y Josías, todos multiplicaron los pecados, porque abandonaron la ley del altísimo. Los reyes de Judá desaparecieron, (Eclesiástico 49, 4)

  • A él fue dirigida la palabra del Señor en tiempos de Josías, hijo de Amón, rey de Judá, el año trece de su reinado, (Jeremías 1, 2)

  • y después en tiempos de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, hasta el fin del año undécimo de Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá, hasta la deportación de Jerusalén, en el mes quinto. (Jeremías 1, 3)

  • El Señor me dijo en tiempo del rey Josías: ¿Has visto lo que hace la rebelde Israel? Ha subido a todo monte alto, y bajo todo árbol verde se ha prostituido. (Jeremías 3, 6)

  • Pues esto dice el Señor respecto de Salún, hijo de Josías, rey de Judá, que ha sucedido a Josías, su padre, y que ha salido de este lugar: No volverá más, (Jeremías 22, 11)

  • Por eso, esto dice el Señor respecto de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá: No harán lamentos sobre él: ¡Ay, hermano! ¡Ay, hermana! No le llorarán: ¡Ay, Señor; ay, majestad! (Jeremías 22, 18)


“Vive-se de fé, não de sonhos.” São Padre Pio de Pietrelcina