Fundar 53 Resultados para: Josías

  • Amón, hijo de Manasés; Josías, hijo de Amón. (I Crónicas 3, 14)

  • Hijos de Josías: Yojanán, el primogénito; Joaquín, el segundo; Sedecías, el tercero; Salún, el cuarto. (I Crónicas 3, 15)

  • El pueblo mató a todos los que se habían conjurado contra Amón, y proclamó rey a su hijo Josías. (II Crónicas 33, 25)

  • Josías tenía ocho años cuando subió al trono, y reinó treinta y un años en Jerusalén. (II Crónicas 34, 1)

  • Josías quitó de todo el territorio de Israel todos los ídolos repugnantes e hizo que todos los que se encontraban en Israel sirvieran al Señor, su Dios. Durante todos los días de su vida no se apartaron del Señor, Dios de sus padres. (II Crónicas 34, 33)

  • Josías celebró en Jerusalén la pascua en honor del Señor. Se inmoló el cordero pascual el día catorce del primer mes. (II Crónicas 35, 1)

  • Josías, de su propio ganado, dio a los presentes, para celebrar la pascua, 30.000 corderos y cabritos y 3.000 toros. (II Crónicas 35, 7)

  • Así se organizó aquel día todo el servicio del Señor para la celebración de la pascua y la ofrenda de los holocaustos sobre el altar del Señor, según la ordenación del rey Josías. (II Crónicas 35, 16)

  • Nunca en Israel había habido una pascua como ésta desde los días de Samuel, el vidente. Más aún, ningún rey de Israel había celebrado una pascua semejante a la celebrada por Josías en compañía de sacerdotes y levitas, presentes todo Judá e Israel, con los habitantes de Jerusalén. (II Crónicas 35, 18)

  • Fue el año dieciocho del reinado de Josías cuando se celebró esta pascua. (II Crónicas 35, 19)

  • Después de esto, cuando Josías ya había restaurado el templo del Señor, Necó, rey de Egipto, fue a presentar batalla en Cárquemis, junto al Éufrates. Josías le salió al paso, (II Crónicas 35, 20)

  • Josías, sin embargo, no quiso ceder, e incluso se preparaba para atacarlo, sin dar oídos a lo que Necó decía en nombre de Dios. Avanzó y presentó batalla en el valle de Meguido. (II Crónicas 35, 22)


“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina