Fundar 103 Resultados para: Gritos

  • Sí, oigo gritos como de mujer en parto, angustias como de primeriza. Son los gritos de la hija de Sión, que gime y alarga las manos. "¡Ay de mí, que voy a sucumbir bajo los golpes de los asesinos!". (Jeremías 4, 31)

  • Y yo haré cesar en las ciudades de Judá y en las calles de Jerusalén los gritos de júbilo y algazara, los cantos del esposo y de la esposa, porque el país se convertirá en una desolación. (Jeremías 7, 34)

  • Tus adulterios, tus gritos de lujuria, tus prostituciones vergonzosas sobre los collados y en el campo, todas tus infamias yo las he visto. ¡Ay de ti, Jerusalén, que continúas impura! ¿Hasta cuándo todavía? (Jeremías 13, 27)

  • porque esto dice el Señor todopoderoso, Dios de Israel: Voy a suprimir de este lugar, a vuestros ojos y en vuestros días, los gritos de gozo y algazara, los cantos del esposo y de la esposa. (Jeremías 16, 9)

  • Haré desaparecer de entre ellos los gritos de alegría y algazara, el canto del esposo y de la esposa, el ruido del molino y la luz de la lámpara. (Jeremías 25, 10)

  • Y allí resonarán los cantos de alabanza y los gritos de alegría. Los multiplicaré y ya no menguarán, los ensalzaré en lugar de humillarlos. (Jeremías 30, 19)

  • Conocen las naciones tu derrota, la tierra está llena de tus gritos. El guerrero tropieza con el guerrero, caen los dos a la vez. (Jeremías 46, 12)

  • Gritos salen de Joronáyim: ¡Devastación! ¡Ruina inmensa! (Jeremías 48, 3)

  • ¡Moab está aplastada!, se anuncia a gritos hasta en Segor. (Jeremías 48, 4)

  • ¡Ay!, la cuesta de Lujit la suben llorando; ¡ay!, por la bajada de Joronáyim se oyen gritos de angustia. (Jeremías 48, 5)

  • Los gritos de Jesbón y de Elealé llegan hasta Yahas; se grita desde Soar hasta Joronáyim y Eglat Selisiya, pues también las aguas de Nimrín se convierten en un desierto. (Jeremías 48, 34)

  • ¡Lanzad gritos por todas partes contra ella! Ya alarga su mano, caen sus torres, se desploman sus murallas. ¡Ésta es la venganza del Señor! ¡Vengaos de ella, haced como ella hizo! (Jeremías 50, 15)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina