Fundar 758 Resultados para: purificación después del parto

  • Partieron de Elim, y toda la comunidad de los israelitas llegó al desierto de Sin, que está entre Elim y el Sinaí, el día quince del segundo mes después de su salida del país de Egipto. (Exodo 16, 1)

  • Después edificó Moisés un altar, al que puso por nombre Yahveh Nissí (Exodo 17, 15)

  • Después Jetró, suegro de Moisés, ofreció un holocausto y sacrificios a Dios; y Aarón y todos los ancianos de Israel fueron a comer con el suegro de Moisés en presencia de Dios. (Exodo 18, 12)

  • Después Moisés despidió a su suegro, que se volvió a su tierra. (Exodo 18, 27)

  • Al tercer mes después de la salida de Egipto, ese mismo día, llegaron los hijos de Israel al desierto de Sinaí. (Exodo 19, 1)

  • Si dos hombres riñen y uno hiere a otro con una piedra o con el puño, pero no muere, sino que, después de guardar cama, (Exodo 21, 18)

  • Si unos hombres, en el curso de una riña, dan un golpe a una mujer encinta, y provocan el parto sin más daño, el culpable será multado conforme a lo que imponga el marido de la mujer y mediante arbitrio. (Exodo 21, 22)

  • Tomó después el libro de la Alianza y lo leyó ante el pueblo, que respondió: «Obedeceremos y haremos todo cuanto ha dicho Yahveh.» (Exodo 24, 7)

  • Después pondrás las dos piedras sobre las hombreras del efod, como piedras que me hagan recordar a los hijos de Israel, y así llevará Aarón sus nombres sobre sus dos hombros para recuerdo delante de Yahveh. (Exodo 28, 12)

  • Después tomarás uno de los carneros y Aarón y sus hijos impondrán las manos sobre la cabeza del carnero. (Exodo 29, 15)

  • Toma después el sebo de este carnero: la cola, el sebo que cubre las entrañas, el que queda junto al hígado, los dos riñones con el sebo que lo envuelve y la pierna derecha, porque se trata del carnero de la investidura. (Exodo 29, 22)

  • Después lo tomarás de sus manos y lo quemarás en el altar junto al holocausto como calmante aroma ante Yahveh. Es un manjar abrasado en honor de Yahveh. (Exodo 29, 25)


“O Coração de Jesus não deixará cair no vazio a nossa oração se ela for plena de fé e de confiança.” São Padre Pio de Pietrelcina