Fundar 185 Resultados para: vergüenza eterna

  • él lo confirmó como norma para Jacob, como alianza eterna para Israel, (I Crónicas 16, 17)

  • Desde los días de nuestros padres hasta hoy, nos hemos hecho muy culpables, y a causa de nuestras iniquidades, nosotros, nuestros reyes y nuestros sacerdotes, fuimos entregados a los reyes extranjeros, a la espada, al cautiverio, al saqueo y a la vergüenza, como nos sucede en el día de hoy. (Esdras 9, 7)

  • Trátame ahora como mejor te parezca: retírame el aliento de vida, para que yo desaparezca de la tierra y quede reducido a polvo. Más me vale morir que vivir, porque he escuchado reproches injustos y estoy agobiado por la tristeza. Líbrame, Señor, de tanta opresión, déjame partir hacia la morada eterna y no apartes de mí tu rostro, Señor. Es preferible para mí la muerte, antes que ver tanta opresión en mi vida y seguir escuchando insultos". (Tobías 3, 6)

  • "¡Esos esclavos nos han traicionado! ¡Una mujer hebrea ha cubierto de vergüenza la casa de Nabucodonosor! ¡Miren cómo yace Holofernes, tendido en el suelo y sin cabeza!". (Judit 14, 18)

  • Luego Mardoqueo volvió a la puerta real, mientras Amán regresaba precipitadamente a su casa, dolorido y tapándose la cara de vergüenza. (Ester 6, 12)

  • Los que te odian se cubrirán de vergüenza, y la carpa de los malvados no existirá más. (Job 8, 22)

  • Me harás conocer el camino de la vida, saciándome de gozo en tu presencia, de felicidad eterna a tu derecha. (Salmos 16, 11)

  • Que sufran una derrota humillante los que se alegran de mi desgracia; que se cubran de confusión y de vergüenza los que se envalentonan contra mí. (Salmos 35, 26)

  • queden pasmados de vergüenza los que se ríen de mí. (Salmos 40, 16)

  • Mi oprobio está siempre ante mí y mi rostro se cubre de vergüenza, (Salmos 44, 16)

  • Por ti he soportado afrentas y la vergüenza cubrió mi rostro; (Salmos 69, 8)

  • tú conoces mi afrenta, mi vergüenza y mi deshonra, todos mis enemigos están ante ti. (Salmos 69, 20)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina