Fundar 347 Resultados para: unos

  • Cuando se presentó el primer batallón de Judas, el miedo y el pánico se apoderaron de los enemigos como consecuencia de una aparición de Aquel que todo lo ve. Emprendieron la fuga, unos por un lado, y otros, por otro, de manera que eran arrastrados por sus propios compañeros y heridos por sus mismas espadas. (2 Macabeos 12, 22)

  • Después de invocar al Señor, que aplasta con energía las fuerzas de los enemigos, los judíos se apoderaron de la ciudad y mataron unos veinticinco mil de los que estaban dentro. (2 Macabeos 12, 28)

  • y que con él venía Lisias, su tutor y jefe del gobierno. Cada uno de ellos mandaba un ejército griego de ciento diez mil hombres de infantería, cinco mil trescientos jinetes, veintidós elefantes y unos trescientos carros de guerra con hoces. (2 Macabeos 13, 2)

  • Fue, pues, al encuentro del rey Demetrio, hacia el año ciento cincuenta y uno, y le ofreció una corona de oro, una palma y además unos ramos de olivo del Templo. (2 Macabeos 14, 4)

  • Todo eso lo vi mientras reflexionaba sobre todo lo que pasa bajo el sol, durante el tiempo en que los hombres tienen poder para hacerse el mal unos a otros. (Eclesiastés (Qohelet) 8, 9)

  • Salomón tenía una viña en Baal-Amón, la confió a unos cuidadores, y cada uno le traía mil siclos de plata por sus frutos. (Cantar 8, 11)

  • Nos considera unos degenerados, creería mancharse si actuara como nosotros. Habla de una felicidad para los justos al final y se vanagloría de tener a Dios por padre. (Sabiduría 2, 16)

  • Otros, en otro lugar, se habían negado a acoger a unos desconocidos, pero éstos habían reducido a la esclavitud a un pueblo bienhechor que se había instalado en medio de ellos. (Sabiduría 19, 14)

  • Como columnas de oro en una base de plata, así son unas lindas piernas en unos talones bien plantados. (Sirácides (Eclesiástico) 26, 18)

  • ¡Hermanos y protectores lo son para los momentos de prueba! Más que unos y otros un gesto caritativo te valdrá la salvación. (Sirácides (Eclesiástico) 40, 24)

  • Unos fueron soberanos en su reino, hombres famosos por su energía; otros sobresalieron por sus sabias decisiones, hablaron como profetas. (Sirácides (Eclesiástico) 44, 3)

  • Sólo quedó un pueblo muy pequeño, con un soberano de la casa de David. De esos reyes, unos hicieron lo que le agrada al Señor, pero otros multiplicaron sus pecados. (Sirácides (Eclesiástico) 48, 16)


“A sua casa deve ser uma escada para o Céu”. São Padre Pio de Pietrelcina