16. Después, los sacerdotes penetraron en el interior de la Casa del Señor para purificarla, y sacaron al atrio todos los objetos impuros que encontraron en el Templo del Señor: allí los recogían los levitas y los arrojaban al torrente del Cedrón.





“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina