Salmos, 79
11. Llegue hasta tu presencia el lamento de los cautivos, preserva con tu brazo poderoso a los que están condenados a muerte.
11. Llegue hasta tu presencia el lamento de los cautivos, preserva con tu brazo poderoso a los que están condenados a muerte.
“Ouço interiormente uma voz que constantemente me diz: Santifique-se e santifique!” São Padre Pio de Pietrelcina