Gefunden 135 Ergebnisse für: nuestras

  • y pronunciarán estas palabras: «Nuestras manos no han derramado esa sangre y nuestros ojos no han visto nada. (Deuteronomio 21, 7)

  • «Yavé ha puesto en nuestras manos todo este país; sus habitantes tiemblan ya ante nosotros.» (Josué 2, 24)

  • Observen los panes que tomamos calientes en nuestras casas para venir a encontrarlos y vean cómo se han secado y despedazado. (Josué 9, 12)

  • Pero que los demás no se detengan. Sigan a sus enemigos y córtenles la retirada. No los dejen volver a sus ciudades, pues Yavé, nuestro Dios, los ha puesto en nuestras manos.» (Josué 10, 19)

  • «El Dios de los dioses, Yavé, sabe nuestras intenciones: Israel también las conocerá. Castíguenos Yavé de inmediato si al edificar este altar nos ha animado la intención de rebelarnos. (Josué 22, 22)

  • Los jefes de los filisteos se reunieron para ofrecer un gran sacrificio a su dios Dagón y para hacer una gran fiesta, pues decían: «Nuestro dios ha puesto en nuestras manos a Sansón, nuestro enemigo.» Como todos se sentían alegres, dijeron: (Jueces 16, 23)

  • Al verlo, la gente alababa a su dios, diciendo: «Nuestro dios ha puesto en nuestras manos a nuestro enemigo, que arruinaba nuestro país y mató a tantos de los nuestros.» (Jueces 16, 25)

  • Cuando lleguen, encontrarán un pueblo tranquilo. El país es espacioso, Dios lo ha puesto en nuestras manos, es un lugar en el que no falta nada de lo que puede haber sobre la tierra.» (Jueces 18, 10)

  • ¿qué haremos para proporcionar mujeres a los que quedan? Pues nosotros hemos jurado por Yavé no darles nuestras hijas en matrimonio» (Jueces 21, 7)

  • Nosotros no podemos darles nuestras hijas, ya que hemos pronunciado este juramento: Maldito sea el que dé mujer a Benjamín.» (Jueces 21, 18)

  • Pero si nos dicen: Suban hacia nosotros, avancemos, es la señal de que Yavé los ha puesto en nuestras manos.» (1 Samuel 14, 10)

  • David les dijo: «No se porten así, después de lo que Yavé nos ha concedido. Nos ha protegido y ha puesto en nuestras manos esa banda que nos había saqueado. (1 Samuel 30, 23)


“Para mim, Deus está sempre fixo na minha mente e estampado no meu coração.” São Padre Pio de Pietrelcina