Gefunden 135 Ergebnisse für: nuestras

  • Nos cansamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos; nos persiguen y lo soportamos todo. (1º Carta a los Corintios 4, 12)

  • Porque este saber queda muy imperfecto, y nuestras profecías también son algo muy limitado; (1º Carta a los Corintios 13, 9)

  • Estas pruebas nuestras son para consuelo y salvación de ustedes, y de igual modo nuestro consuelo será consuelo para ustedes cuando tengan que soportar los mismos sufrimientos que ahora padecemos nosotros. (2º Carta a los Corintios 1, 6)

  • Superaron todas nuestras expectativas, y Dios quiso que se pusieran ellos mismos a disposición nuestra y del Señor. (2º Carta a los Corintios 8, 5)

  • Nuestras armas no son las humanas, pero tienen la fuerza de Dios para destruir fortalezas: todos esos argumentos (2º Carta a los Corintios 10, 4)

  • Estábamos muertos por nuestras faltas y nos hizo revivir con Cristo: ¡por pura gracia ustedes han sido salvados! (Carta a los Efesios 2, 5)

  • Lo mando precisamente para que les dé noticias nuestras y los conforte a todos. (Carta a los Efesios 6, 22)

  • Ustedes estaban muertos por sus pecados, y su misma persona no estaba circuncidada, pero Dios los hizo revivir junto a Cristo: ¡nos perdonó todas nuestras faltas! (Carta a los Colosenses 2, 13)

  • En todo momento los tenemos presentes en nuestras oraciones, y damos gracias sin cesar a Dios por ustedes, pues constantemente (1º Carta a los Tesalonicenses 1, 2)

  • Así que son ustedes, hermanos, y su fe lo que nos dio ánimo en nuestras angustias y pruebas; (1º Carta a los Tesalonicenses 3, 7)

  • a nuestra hermana Apia, a Arquipo, fiel compañero en nuestras luchas, y a toda la comunidad que se reúne en su casa: (Carta a Filemon 1, 2)

  • Nuestro sumo sacerdote no se queda indiferente ante nuestras debilidades, pues ha sido probado en todo igual que nosotros, a excepción del pecado. (Carta a los Hebreos 4, 15)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina