Encontrados 534 resultados para: monte santo

  • Y vosotros habéis seguido mi ejemplo y el del Señor, recibiendo la predicación con el gozo del Espíritu Santo aun en medio de grandes tribulaciones, (I Tesalonicenses 1, 6)

  • Por tanto, el que desprecie todo esto no desprecia a un hombre, sino a Dios, el cual os da su Espíritu Santo. (I Tesalonicenses 4, 8)

  • Guarda este preciado depósito con la ayuda del Espíritu Santo, que habita en nosotros. (II Timoteo 1, 14)

  • nos ha salvado, no por la justicia que hayamos practicado, sino por puro amor, mediante el bautismo regenerador y la renovación del Espíritu Santo, (Tito 3, 5)

  • confirmando Dios su testimonio con signos, prodigios y toda clase de milagros, y con los dones que el Espíritu Santo reparte según su voluntad. (Hebreos 2, 4)

  • Por eso, como dice el Espíritu Santo: Hoy, si oís su voz, (Hebreos 3, 7)

  • Los que una vez fueron iluminados, que gustaron el don celeste, que fueron hechos partícipes del Espíritu Santo, (Hebreos 6, 4)

  • Tal era precisamente el sumo sacerdote que nos convenía: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y elevado más alto que los cielos; (Hebreos 7, 26)

  • En efecto, se construyó un tabernáculo, en cuya parte anterior se encontraban el candelabro, la mesa y los panes de la proposición; es lo que se llama el lugar santo. (Hebreos 9, 2)

  • El Espíritu Santo quería demostrar con esto que el camino del santuario no estaba abierto mientras subsistiese el primer tabernáculo. (Hebreos 9, 8)

  • Cristo, por el contrario, se presentó como sumo sacerdote de los bienes venideros, a través de un tabernáculo más santo y más perfecto, no hecho por mano de hombre, es decir, no de esta creación, (Hebreos 9, 11)

  • Esto mismo nos atestigua también el Espíritu Santo; porque después de haber dicho: (Hebreos 10, 15)


“E’ na dor que o amor se torna mais forte.” São Padre Pio de Pietrelcina