Encontrados 399 resultados para: espada

  • Un gigante, descendiente de Rafá, que tenía una lanza que pesaba unos treinta kilos y ceñía una espada nueva, decía que iba a matar a David. (II Samuel 21, 16)

  • Pero él se mantuvo firme y estuvo matando filisteos hasta que su mano se cansó y se le quedó pegada a la espada. El Señor otorgó aquel día una gran victoria y el ejército se volvió tras Eleazar, pero sólo para recoger el botín. (II Samuel 23, 10)

  • Joab dio al rey el resultado del censo del pueblo: había en Israel ochocientos mil hombres de guerra que blandían la espada, y en Judá, quinientos mil. (II Samuel 24, 9)

  • Informaron de ello a Salomón: "Adonías tiene miedo del rey Salomón y se ha agarrado a los cuernos del altar diciendo: Júreme hoy el rey Salomón que no ha de matar a espada a su siervo". (I Reyes 1, 51)

  • y el Señor la hará recaer sobre su cabeza; pues mató a dos hombres justos y mejores que él, y los asesinó a espada sin que lo supiera mi padre David: a Abner, hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasá, hijo de Yéter, general del ejército de Judá. (I Reyes 2, 32)

  • Y ordenó: "Traedme una espada". Se la trajeron, (I Reyes 3, 24)

  • Ajab contó a Jezabel lo que Elías había hecho y cómo había degollado a espada a todos los profetas de Baal. (I Reyes 19, 1)

  • Respondió: "Me he abrasado en celo por el Señor todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han destruido tus altares, han pasado a espada a tus profetas. He quedado yo solo, y me buscan para quitarme la vida". (I Reyes 19, 10)

  • Respondió: "Me he abrasado en celo por el Señor todopoderoso, porque los israelitas han abandonado tu alianza, han destruido tus altares, han pasado a espada a tus profetas. He quedado yo solo y me buscan para quitarme la vida". (I Reyes 19, 14)

  • A quien escape de la espada de Jazael le matará Jehú, y a quien escape de la espada de Jehú le matará Eliseo. (I Reyes 19, 17)

  • El rey de Moab, viendo que la lucha era demasiado recia para sus fuerzas, tomó consigo setecientos hombres que empuñaban espada para abrir una brecha contra el rey de Edón, pero no lo consiguió. (II Reyes 3, 26)

  • Respondió: "No los mates. A los que has hecho prisioneros con tu espada y tu arco puedes matarlos; pero a éstos sírveles comida y bebida, para que coman y beban y se vuelvan adonde su señor". (II Reyes 6, 22)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina