Encontrados 142 resultados para: trabajo en equipo

  • ¿Aman ustedes la rectitud? Sepan que todas las virtudes son fruto de su trabajo; ella enseña la prudencia y la inteligencia, la justicia y el valor; nada hay en la vida que sea más útil a los hombres. (Sabiduría 8, 7)

  • Para obtener ganancias, para su trabajo, para su arte, recurre a una estatua cuyas manos no tienen la menor habilidad. (Sabiduría 13, 19)

  • Con la misma arcilla elabora la estatua de un dios falso: ¡cuánto trabajo perdido por un hombre justamente salido de la tierra y que dentro de poco volverá a ella cuando le pidan de nuevo su alma! (Sabiduría 15, 8)

  • Que sea como un verdadero trabajo, igual como el del labrador o sembrador; cultívala y aguarda sus frutos excelentes. El cultivarla te acarreará preocupaciones, pero pronto gozarás de sus frutos. (Sirácides (Eclesiástico) 6, 19)

  • No menosprecies las actividades penosas, ni el trabajo del campo instituido por el Altísimo. (Sirácides (Eclesiástico) 7, 15)

  • Se juzga a un artesano por su trabajo, y al jefe del pueblo por sus sabias intervenciones. (Sirácides (Eclesiástico) 9, 17)

  • Hay quienes se fatigan en el trabajo, se agotan y se atormentan y se encuentran más pobres que antes. (Sirácides (Eclesiástico) 11, 11)

  • Sé fiel a tu trabajo, conságrale tu vida y continúa con tu labor hasta tus días de ancianidad. (Sirácides (Eclesiástico) 11, 20)

  • ¿Dejarás a otro el fruto de tu trabajo? Se repartirán a la suerte el fruto de tus sacrificios. (Sirácides (Eclesiástico) 14, 15)

  • Ordenó a sus obras por mientras dure el tiempo, fijándoles un punto de partida y un porvenir. Nunca tienen hambre, ni se cansan, ni se detienen en su trabajo. (Sirácides (Eclesiástico) 16, 27)

  • Para el burro: el forraje, el palo y la carga; para el sirviente: el pan, las correcciones y el trabajo. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 25)

  • Da trabajo a tu esclavo y gozarás de paz; suéltale la rienda y querrá la libertad. (Sirácides (Eclesiástico) 33, 26)


“Meu Deus, perdoa-me. Nunca Te ofereci nada na minha vida e, agora, por este pouco que estou sofrendo, em comparação a tudo o que Tu sofreste na Cruz, eu reclamo injustamente!” São Padre Pio de Pietrelcina