Encontrados 142 resultados para: trabajo en equipo

  • No salgan cargados ese día, ni hagan trabajo alguno, sino que santifiquen el día sábado como se lo mandé a sus padres. (Jeremías 17, 22)

  • Pero si ustedes me hacen caso -palabra de Yavé-, y santifican el día sábado, sin realizar en él trabajo alguno, y no entran cargados por las puertas de Jerusalén, entonces habrá reyes que se sientan en el trono de David. (Jeremías 17, 24)

  • Bajé, pues, donde el alfarero que estaba haciendo un trabajo al torno. (Jeremías 18, 3)

  • Maldito el que ejecuta con flojera el trabajo que Yavé le ha encomendado. ¡Maldito el que tiene su espada limpia de sangre! (Jeremías 48, 10)

  • Yavé ha abierto su arsenal y ha sacado las armas de su ira, porque hay trabajo para el Señor Yavé en la tierra de los caldeos: (Jeremías 50, 25)

  • En tu odio te maltratarán, se apoderarán de todo el fruto de tu trabajo y te dejarán desnuda y sin nada; no te quedará más que la vergüenza por tus prostituciones, desvaríos y mala conducta. (Ezequiel 23, 29)

  • Se apoderarán de tus riquezas, saquearán los frutos de tu trabajo, tus fortificaciones serán derribadas y tus hermosas mansiones, demolidas: arrojarán al mar las piedras junto con la madera y los escombros. (Ezequiel 26, 12)

  • Yavé le replicó: «Te afliges por un ricino que no te ha costado trabajo alguno y que no has hecho crecer, que en una noche ha nacido y en una noche ha muerto. (Jonás 4, 10)

  • Yo mandé la sequía a la tierra y a las montañas, al trigo y a las viñas, al aceite y a cuanto produce el suelo, a los hombres y a los animales y a todo lo que se logra con el trabajo humano.» (Ageo 1, 11)

  • Yo eché a perder todo el trabajo de ustedes con el tizón, el pulgón y el granizo. Pero ninguno de ustedes se volvía a mí, dice Yavé. (Ageo 2, 17)

  • Tengan puesta la ropa de trabajo y sus lámparas encendidas. (Evangelio según San Lucas 12, 35)

  • Fue a buscar trabajo, y se puso al servicio de un habitante del lugar que lo envió a su campo a cuidar cerdos. (Evangelio según San Lucas 15, 15)


“A divina bondade não só não rejeita as almas arrependidas, como também vai em busca das almas teimosas”. São Padre Pio de Pietrelcina