Encontrados 142 resultados para: trabajo en equipo

  • Yo los he enviado a ustedes a cosechar donde otros han trabajado y sufrido. Otros se han fatigado y ustedes han retomado de su trabajo.» (Evangelio según San Juan 4, 38)

  • Pero Jesús les respondió: «Mi Padre sigue trabajando, y yo también trabajo.» (Evangelio según San Juan 5, 17)

  • Cuando alguien ha realizado una obra o trabajo, no se le entrega el salario como un favor, sino como una deuda. (Carta a los Romanos 4, 4)

  • Ese trabajo me tenía tan ocupado que no pude llegar hasta ustedes. (Carta a los Romanos 15, 22)

  • Saluden a Urbano, nuestro compañero de trabajo, y a mi querido amigo Estaquis. (Carta a los Romanos 16, 9)

  • El que planta y el que riega están en la misma situación, y Dios pagará a cada uno según su trabajo. (1º Carta a los Corintios 3, 8)

  • Un día se verá el trabajo de cada uno. Se hará público en el día del juicio, cuando todo sea probado por el fuego. El fuego, pues, probará la obra de cada uno. (1º Carta a los Corintios 3, 13)

  • No, eso ha sido escrito para nosotros. A nosotros se refiere la Escritura cuando dice que el labrador espera algo de su trabajo y que el que trilla tendrá parte en la cosecha. (1º Carta a los Corintios 9, 10)

  • Así, pues, hermanos míos muy amados, manténganse firmes y no se dejen conmover. Dedíquense a la obra del Señor en todo momento, conscientes de que con él no será estéril su trabajo. (1º Carta a los Corintios 15, 58)

  • Quiero decir que llevaremos el Evangelio más allá de ustedes en vez de buscar fama donde el trabajo ya está hecho, que es la pauta de los otros. (2º Carta a los Corintios 10, 16)

  • Siguiendo una revelación, fui para exponerles el evangelio que anuncio a los paganos. Me entrevisté con los dirigentes en una reunión privada, no sea que estuviese haciendo o hubiera hecho un trabajo que no sirve. (Carta a los Gálatas 2, 2)

  • Hagan su trabajo con empeño, por el Señor y no por los hombres, (Carta a los Efesios 6, 7)


“De todos os que vierem pedir meu auxílio, nunca perderei nenhum!” São Padre Pio de Pietrelcina