Encontrados 130 resultados para: ninguno
Por eso voy a reunirte con tus padres; morirás y serás sepultado en paz, sin haber visto ninguno de los males que voy a mandar contra este lugar.» (2 Reyes 22, 20)
Yavé engrandeció en gran manera a Salomón a los ojos de todo el pueblo de Israel, y le dio un reinado glorioso como nunca había tenido ninguno de los que habían tenido el mando en Israel antes que él. (1 Crónicas 29, 25)
por eso desde ahora te doy sabiduría y entendimiento, y además te daré riquezas, bienes y gloria como no las tuvieron nunca los reyes que fueron antes de ti, ni las tendrá ninguno de los que vengan después de ti.» (2 Crónicas 1, 12)
afianzaré tu trono, como prometí a tu padre David: A ninguno de tus descendientes quitaré el mando de Israel. (2 Crónicas 7, 18)
Pero no empleó a ninguno de los hijos de Israel como esclavo para sus obras, sino como hombres de guerra, jefes y escuderos, comandantes de sus carros y de sus caballos. (2 Crónicas 8, 9)
Puso porteros junto a las puertas de la Casa de Yavé para que no entrara ninguno que por cualquier causa fuera impuro. (2 Crónicas 23, 19)
Pero vino donde él un hombre de Dios que le dijo: «Oh rey, que no salga contigo el ejército de Israel, porque Yavé no está con Israel, ni con ninguno de los hijos de Efraím. (2 Crónicas 25, 7)
Voy a reunirte con tus padres y serás recibido en paz en tu sepulcro; y no verán tus ojos ninguno de los males que voy a traer sobre este lugar y sus habitantes.» (2 Crónicas 34, 28)
Les damos a conocer que no se puede cobrar impuestos, contribuciones o peaje de ninguno de los sacerdotes, levitas, cantores, porteros, ayudantes y servidores de esta Casa de Dios. (Esdras 7, 24)
Los reuní cerca del río que corre hacia Ahavá, y acampamos allí tres días; y habiendo buscado entre el pueblo, no encontré ninguno de la tribu de Leví. (Esdras 8, 15)
Luego regresé a la casa. Los consejeros no supieron dónde había ido ni lo que había hecho. Hasta este momento no les había dicho nada a los judíos, ni a los consejeros, ni a los sacerdotes, ni a los notables, ni a ninguno de los que tenían un cargo público. (Nehemías 2, 16)
Había tenido siete maridos, pero el mal demonio Asmodeo los había muerto antes de que hubiera tenido relaciones maritales. Las muchachas decían a Sara: «Tú eres la que ahogas a tus maridos. Ya has tenido siete, pero de ninguno has disfrutado. (Tobías 3, 8)