22. Porque Ezequías hacía lo que le gusta al Señor; se atuvo firmemente a los ejemplos de David, su padre. El profeta Isaías, que fue tan grande y cuyas visiones no engañaban a nadie, se encargaba de enseñárselos.





“Se você fala das próprias virtudes para se exibir ou para vã ostentação perde todo o mérito.” São Padre Pio de Pietrelcina