Joel, 1
4. Lo que dejó el saltamontes lo devoró la langosta, lo que dejó la langosta lo devoró el cigarrón, lo que dejó el cigarrón lo devoró la caballeta.
4. Lo que dejó el saltamontes lo devoró la langosta, lo que dejó la langosta lo devoró el cigarrón, lo que dejó el cigarrón lo devoró la caballeta.
“Dirás tu o mais belo dos credos quando houver noite em redor de ti, na hora do sacrifício, na dor, no supremo esforço duma vontade inquebrantável para o bem. Este credo é como um relâmpago que rasga a escuridão de teu espírito e no seu brilho te eleva a Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina