8. Hay un hombre solo y sin compañero; no tiene hijo ni hermano; y, sin embargo, nunca cesa de trabajar, y sus ojos no se hartan de riquezas. Entonces, ¿para quién trabajo yo y me privo de bienestar? También esto es vanidad y una penosa ocupación.





“Enquanto tiver medo de ser infiel a Deus, você não será’. Deve-se ter medo quando o medo acaba!” São Padre Pio de Pietrelcina