10. Envié contra vosotros una peste como la de Egipto, maté a espada a vuestra juventud e hice subir el mal olor de vuestros campamentos hasta vuestras narices; ¡y no habéis vuelto a mí!, dice el Señor.





“Pode-se manter a paz de espírito mesmo no meio das tempestades da vida”. São Padre Pio de Pietrelcina