2. La llevará a los hijos de Aarón, los sacerdotes, y el sacerdote tomará un puñado de la harina con aceite y todo el incienso, y hará arder sobre el altar ese memorial, como una ofrenda que se quema con aroma agradable al Señor.





“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina