Proverbios, 10
26. Como el vinagre a los dientes y el humo a los ojos, así es el mensajero perezoso para quien le envía.
26. Como el vinagre a los dientes y el humo a los ojos, así es el mensajero perezoso para quien le envía.
“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina