I Crónicas, 17
25. pues tú mismo, Dios mío, has prometido a tu siervo que le edificarás una casa; por eso se ha atrevido a dirigirte esta súplica.
25. pues tú mismo, Dios mío, has prometido a tu siervo que le edificarás una casa; por eso se ha atrevido a dirigirte esta súplica.
“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina