36. Pero de eso de la «carga de Yahveh» no os acordaréis más, porque tal carga sería para cada uno su propia palabra. Porque trastornáis las palabras del Dios vivo, Yahveh Sebaot nuestro Dios.





“O Anjo de Deus não nos abandona jamais.” São Padre Pio de Pietrelcina