II Crónicas, 1
9. Ahora se cumple, Señor Dios, la promesa hecha a mi padre David, ya que tú me has constituido rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra.
9. Ahora se cumple, Señor Dios, la promesa hecha a mi padre David, ya que tú me has constituido rey sobre un pueblo numeroso como el polvo de la tierra.
“Quando a videira se separa da estaca que a sustenta, cai, e ao ficar na terra apodrece com todos os cachos que possui. Alerta, portanto, o demônio não dorme!” São Padre Pio de Pietrelcina