Salmos, 27
12. No me entregues a la furia de mis adversarios, porque se levantan contra mí testigos falsos, hombres que respiran violencia.
12. No me entregues a la furia de mis adversarios, porque se levantan contra mí testigos falsos, hombres que respiran violencia.
“Que Jesus reine sempre soberano no seu coração e o faça cada vez mais digno de seus divinos dons.” São Padre Pio de Pietrelcina