Fondare 136 Risultati per: sombra de tus alas

  • era el rumor de las alas de aquellos seres al batir una con otra y el ruido de las ruedas como el ruido de gran terremoto. (Ezequiel 3, 13)

  • El rumor de las alas de los querubines llegaba hasta el atrio exterior, semejante a la voz del todopoderoso cuando habla. (Ezequiel 10, 5)

  • Apareció entonces bien visible en los querubines la forma de una mano humana debajo de sus alas. (Ezequiel 10, 8)

  • Todo su cuerpo, su espalda, sus manos y sus alas, así como las ruedas, estaban cuajadas de ojos todo alrededor, y cada uno de los cuatro tenía su propia rueda. (Ezequiel 10, 12)

  • Cuando se movían los querubines, se movían también a su lado las ruedas; y cuando los querubines alzaban sus alas para elevarse de la tierra, tampoco se apartaban las ruedas de su lado. (Ezequiel 10, 16)

  • Los querubines alzaron sus alas y se elevaron de la tierra ante mi vista, y las ruedas se elevaron también junto a ellos. Fueron a posarse a la entrada de la puerta oriental del templo del Señor, y la gloria del Dios de Israel estaba en alto por encima de ellos. (Ezequiel 10, 19)

  • Tenían cada uno cuatro caras y cuatro alas, y bajo las alas algo que parecían manos humanas. (Ezequiel 10, 21)

  • Los querubines alzaron entonces sus alas y las ruedas se pusieron en movimiento al mismo tiempo que ellos, mientras la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos, en lo alto. (Ezequiel 11, 22)

  • Les dirás: Esto dice el Señor: El águila grande, de las grandes alas, de enormes plumas, de espeso plumaje abigarrado, vino al Líbano y cortó la copa de un cedro; (Ezequiel 17, 3)

  • Había también otra águila grande, de largas alas y espeso plumaje. Y he aquí que esta vid tendió sus raíces hacia ella, hacia ella alargó sus sarmientos, para que la regase más que la tierra donde estaba plantada. (Ezequiel 17, 7)

  • en el monte sublime de Israel lo plantaré; echará ramas y dará frutos y se hará un magnífico cedro. Bajo él habitarán toda clase de pájaros, toda clase de aves morará a la sombra de sus ramas. (Ezequiel 17, 23)

  • En sus ramas anidaban todas las aves del cielo, bajo su fronda parían todos los animales del campo, a su sombra se sentaban gentes de todas las razas. (Ezequiel 31, 6)


Jesus lhe quer bem, da maneira que só Ele sabe amar.” São Padre Pio de Pietrelcina